¿Cuántas veces has leído o escuchado hablar sobre la pandemia y el coronavirus en tus redes sociales en las últimas semanas?
Y ¿cuántas veces eso que has leído u oído eran mensajes negativos? Gran parte, ¿no es cierto?
Evidentemente, el mundo se encuentra inmerso en un momento delicado, sin precedentes conocidos, donde el riesgo no es solo financiero, sino sanitario.
Pero, ¿no pensarás que he venido a hablarte de lo peor de esta situación, no?
Aunque sea difícil, hasta en ocasiones como esta se puede sacar lo positivo. Todo tiene un lado bueno.
Redes sociales: salvavidas digital
¿Te imaginas el mundo actual sin las redes sociales?
Seguro que no.
La revista Forbes ha publicado datos de empresas proveedoras de internet que afirman que el tráfico se ha visto incrementado en varios países de Latinoamérica desde el comienzo de la cuarentena:
- Argentina: entre el 22 % y el 25 %
- Brasil: Entre el 10 % y el 20 %
- Colombia: 40 % en redes fijas y el 12 % en redes móviles
La conexión con la actualidad es una necesidad.
Y es que las redes sociales lo han cambiado todo. Nos anuncian a primera hora los datos del día y nos dan las últimas noticias antes de acostarnos.
Las redes sociales son nuestra conexión con el mundo en tiempos de pandemia.
Pero su importancia va mucho más allá de la inmediatez de la información. Se han convertido en un “salvavidas digital”.
El entretenimiento ha pasado a ser en el centro de todo.
Las plataformas de vídeo como YouTube, Netflix, HBO, Disney, etc. ha experimentado también un aumento de uso, según los datos que publicó el New York Times el pasado 7 de abril.
Pero lo curioso de todo es que el teléfono se utiliza menos, porque, al estar en casa, tenemos acceso a pantallas más grandes —bien computadora, televisor, etc.—.
De igual modo, las plataformas y redes sociales de juego online y los videojuegos se han convertido, si cabe, en una vía de escape para muchos para hacer que las horas pasen con más rapidez.
¡La gente necesita desconectar y divertirse! Y posiblemente el rol de los social media nunca fue tan importante.
Familia y confinamiento
Facebook es la red social familiar por antonomasia. La red social de Mark Zuckerberg permite a medio mundo saber sobre el otro medio mundo estando a miles de kilómetros.
Ver a fotos de nuestra familia y amigos nos hace sentir bien. Nos acerca a nuestros seres queridos y nos alivia las preocupaciones.
Lo mismo ocurre con las videoconferencias. Antes del Covid19 ya usábamos Skype, FaceTime, Zoom o WhatsApp para hablar con los nuestros, pero quizás no lo valorábamos como ahora.
- ¿Qué abuelo se imagina no ver a sus nietos crecer, aun estando unos en Ushuaia y otros en Ciudad de México?
- ¿Qué madre podría pensar en no ver si su hijo adelgazó o engordó en ese país al que emigró en busca de mejores oportunidades?
Amigos y cócteles virtuales
Con los amigos la cosa es un poco distinta. Ya veníamos conectando con ellos por cualquiera de las apps o redes sociales que existen, ¿verdad?
Lo que sí ha cambiado es el fortalecimiento de los vínculos.
Nos hemos dado cuenta de cuánto los extrañamos, los amamos y lo bien que lo pasamos juntos. Así que los cócteles virtuales se han convertido en las nuevas “salidas” de los viernes o sábados por la noche :).
Muchas personas confiesan que han recuperado el contacto con colegas con los que hace tiempo que no hablaban o se han acercado a sus colegas de trabajo desde la distancia social.
¡Y es que si algo le agradecemos a esta pandemia es el tiempo!
Tiempo para estar en casa, pensar, charlar, leer, reír y disfrutar, aunque sea a través de las pantallas.
Bienvenido, home office
Si algo ha puesto en evidencia el confinamiento es la necesidad de un cambio de paradigma laboral.
Las herramientas digitales, bien redes sociales, aplicaciones profesionales, etc. están aquí desde hace tiempo pero la presencialidad ha sido siempre una necesidad para las empresas…
Hasta que nos tuvimos que quedar en casa y el home office ha dejado de ser un “beneficio laboral” para pasar a ser un modo de trabajo.
Quizás el mundo haya tenido que llegar aquí para darse cuenta que no siempre es necesario arrancar un coche, montar en un autobús durante una hora o ir corriendo de allá para acá para poder trabajar.
No solo se ha aliviado el estrés de muchas familias, sino que está dando un respiro al medio ambiente.
Me encantaría pensar que el home office ha llegado para quedarse.
Pero esto no significa que a partir de ahora no vayamos a ir a la oficina más; solo que, quizás, algún día de la semana y para temas concretos.
Quizás las oficinas ya no necesiten ser tan grandes ni consumir tanta energía para calentar esos espacios inmensos.
A lo mejor con un lugar donde se pueda acoger a los empleados en días alternos y puntuales sea suficiente.
El mundo que viene
Predecir el futuro es complicado, pero voy a intentarlo.
La digitalización es ya un hecho y una necesidad. Para empresas y emprendedores.
El entorno laboral, por fin, podría cambiar hacia un modelo más dinámico. Donde el trabajo por proyecto sea lo habitual.
No sé si hace falta estar 8 horas en un lugar cada día indefinidamente…
La conciliación, como consecuencia, podría pensarse como una realidad. Con papás y mamás que pueden turnarse para atender a sus pequeños, sin necesidad de dejarlos jornadas interminables en las escuelas.
En general, podría venir un mundo más concienciado con su entorno natural, que respete los recursos y ponga a la gente en el centro.
Pero si de algo no tengo duda es que las redes sociales seguirán siendo una herramienta muy valiosa en este nuevo mundo.
Esta muy bueno la verdad…gracias y ojalá que gane😂🤷♂️
Que bueno que te gusto Joaco!!! gracias!!